Un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo; por esa razón, dormir bien y permitir que nuestro cuerpo y nuestra mente descansen es importante para afrontar nuestro día a día.
La postura en la que dormimos es determinante para la efectividad del descanso. Si adoptamos una mala postura, es decir, si nuestra columna vertebral no está bien alineada y por lo tanto bien lubricada, aumentaremos el movimiento nocturno, crearemos tensiones musculares y nerviosas, y en definitiva, estaremos perjudicando nuestra salud.
Los expertos coinciden en que dormir boca abajo es la forma más desaconsejada porque nuestra espina dorsal se encuentra totalmente desalineada y se genera una gran presión en la zona lumbar y cervical.
Si la postura escogida es boca arriba, existen posibilidades de sufrir el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).
Por todo ello, la postura de costado es la idónea para un descanso reparador. Colocados de este modo, y con el sistema de descanso apropiado, alineamos la columna y evitamos cualquier proceso degenerativo producido por la deformación postural.